No solo cerveza para acompañar a la pizza: el vino ofrece excelentes combinaciones

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Con la pizza, non solo birra, Il vino regala ottimi abbinamenti

Pizza y cerveza, levadura con levadura, carbohidratos con carbohidratos… Hay que reconocerlo, en Italia se prefiere la cerveza para acompañar a la reina de las cenas. Pero algo está cambiando: el vino es una buena opción, aunque todo depende si la pizza es a base de tomate o no porque el maridaje cambia.

Inspirándonos en las palabras del sumo Shakespeare, quizá os estéis preguntando si es más noble de espíritu degustar una pizza Marinara acompañada de una Pilsen, o tomar las armas contra un mar de triboles y dejarse seducir por las suaves burbujas de un Glera maridado con la sempiterna Margarita con queso mozzarella Bufala Campana DOP.

En el caso de la pizza “roja”, debido a la presencia del tomate que tiene una tendencia ácida que provoca cierta agresividad en boca, ésta debe acompañarse con un vino suave, creando una combinación contrastada. Para este tipo de pizzas, especialmente en verano, podemos elegir un vino rosado, servido a la temperatura adecuada, entre 10 y 12°C.

Entre la riqueza de vinos italianos, del Lagrein Rosato Trentino Doc al centro de Italia, desde el Bolgheri Doc Rosato hasta el Cerasuolo d’Abruzzo Doc a base de Montepulciano, el rosado merece especial atención y es entre los vinos más apreciados en la región de Apulia. Desde Daunia hasta Salento, la mayor parte del vino rosado del país se produce aquí. Luz verde, pues, a los vinos a base de Nero di Troia y Montepulciano, como el Rosato Doc Orta Nova, el Rosato Doc San Severo u otros autóctonos de la región como el Bombino Nero y el Aglianico de la Doc Castel del Monte, hasta llegar más al sur, en la zona de Salento, donde el Negroamaro destaca en las Doc Salice Salentino, Brindisi y Lizzano.
En cambio, para las pizzas de base blanca que utilizan mozzarella fiordilatte u otros quesos frescos, blandos y blancos como stracciatella, burrata, Bufala campana DOP, es necesario tener en cuenta las características predominantes de estos ingredientes, es decir, la tendencia al dulce, una sensación muy delicada que debe ser avivada por la frescura del sabor del vino dada por la acidez , que puede verse favorecida por la presencia de anhídrido carbónico, y la grasa, que a su vez se ve contrarrestada por la dureza del vino.
En este caso, el maridaje debe ser una combinación contrastada, por lo cual ¡abramos paso a los vinos espumosos con burbujas! De norte a sur, la oferta de vinos en Italia es muy amplia: empezando por Trentodoc y su Método Clásico a base de Chardonnay, pasando por Lombardía, donde el método Clásico ha hecho historia en Italia con la DOCG Franciacorta. En esta región, no hay que subestimar el Método Clásico a base de Pinot Nero de la DOCG Oltrepò Pavese, con una amplia oferta de vinos espumosos rosados.
Desplazándonos hacia el oeste del país, en una región conocida internacionalmente por sus excelentes vinos tintos, Piamonte cuenta con otro «orgullo», la DOCG Alta Langa, que produce algunos vinos espumosos de Método Clásico muy interesantes. En el otro extremo, en la región de Véneto, el Glera es la base del vino espumoso Charmat más conocido del mundo: el Prosecco. Fino y elegante en nariz, afrutado y floral, estas son las notas que permiten una combinación casi perfecta.
Así que el consejo es: ¡no te sientas como un extraño en tu tierra pidiendo una copa o una botella de vino para acompañar una pizza!

 

 

Fonte: www.italiaatavola.net